Entrevista publicada originalmente en Las Últimas Noticias el 26 de agosto del 2023.

Escrita por Marcelo Pobletee.

336 palabras – 2 minuto de lectura

Cuatro años

“Efectivamente, la tesis de los cuatro años que dura el amo es algo que viene de los 90 y es verdad desde un punto e vista biológico”, admite Camilo Pino, docente del Instituto de Filosofía de la Universidad San Sebastián y parte de Filosofía y Humor (@filosofiayhumor en Instagram). “Lo que pasa es que nosotros, los seres humanos, distinguimos en el aspecto bio el estar enamorados con el enamoramiento. Lo que dura hasta cuatro años es el enamoramiento, las maroposas en el estómago, en el mejor de los casos, porque puede durar menos”, advierte en sintonía con la ficción del escritor francés Frédéric Beigbeder en el libro “el amor dura tres años”, que gira en torno a la idea de que el amor romántico tiende a desvanecerse y que, en el fondo, es un combate perdido. Comienza así: “Al principio, todo es hermoso, incluso tú. No das crédito a estar tan enamorado. Cada día trae consigo su liviana carga de milagros. Jamás nadie en el mundo había conocido tanta felicidad. La felicidad existe y es muy simple: consiste en un rostro. El universo sonríe. Durante un año, la vida no es más que una sucesión de soleadas mañanas, incluso cuando nieva por la tade. Te dedicas a escribir libros sobre esta cuestión. Te casas, lo antes posible: ¿para qué reflexionar cuando uno es feliz? Reflexionar entristece la vida; la vida debe ganar la partida. 

Reproductores

¿Por qué cuatro años máximo? “Es así porque es el período en que uno puede tener hijos y ellos adquieren cierta dependencia”, plantea Camilo Pino. “Entonces, en la naturaleza, en la biología, cuando los niños cumplen tres o cuatro años, ya el macho cumplió su función reproductiva y busca otra pareja, porque lo que prima en la biología es la variación genética, es decir, tener más crías con más hembras. Esa es la teoría. Y por eso el amor de enamoramiento, que incluso para nosotros que e4stamos lejos de ese estado de la naturaleza, también dura cuatro años”, argumenta.